viernes, 18 de julio de 2014

Be au-pair my friend!

Ser au-pair es como ser una hermana mayor a tiempo parcial. Bueno para ellos soy su tía no su hermana, pero creo que se entiende el concepto. Hay momentos en los que te los comerías a besos, les haces cosquillitas, juegas con ellos, piensas cuaaaanto les echarás de menos... pero hay otros momentos en los que los lanzarías por la ventana, sin miramientos, a ellos y a todos sus juguetes y trastos.

Los peques siembran el caos allá donde van, su cuarto es la zona cero de un gran terremoto. Tengo mi habitación más ordenada que nunca, y esto no es porque el viajar me haya hecho madurar y ser limpia y ordenada de golpe (aunque oye quien sabe...), sino porque todo lo que no este guardado acabará en manos de los peques y por tanto roto o lleno de comida/agua/pintura/secreciones corporales/baba de caracol/etc etc...

Ayer fuimos a Rabkoland con ellos, un parque de atracciones para niños. Es un sitio muy bonito y algo antiguo. Tenía atracciones que parecían algo siniestras por el paso de los años y otras muy agradables. Me sentí como una madre superprotectora, que agobio, que de posibles peligros, y ellos corriendo a todas partes. Menudo trabajo el de las madres.
Hoy hemos hecho un taller en el museo, es para niños pero a nosotras nos da igual y lo hemos hecho también. Era un de taller de collares de bolitas de madera y nos han quedado bonitos bonitos.

Ser au-pair aquí es una maravilla la mayor parte del tiempo. El peque cada vez llama menos a mamá estando con nosotras, y ayer en la cena empezó a decir los colores de mi pijama en español ¡estoy muy orgullosa! 

Como último dato os digo que hoy he comido un pastel típico de aquí hecho con bizcocho y queso dulce, muy bueno. El queso está en todas partes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario