martes, 29 de julio de 2014
Mochilera nivel avanzado
sábado, 26 de julio de 2014
Wrocław y Gdansk
La tercera foto es de la estación de tren de Wrocław.
jueves, 24 de julio de 2014
¡Mochilera de nuevo!
lunes, 21 de julio de 2014
Tradición y fiesta
Por la tarde fuimos a otra feria no tan para peques. Allí pude ver danzas y cantos tradicionales, las danzas me gustaron especialmente. Además llene mi barriga con otro plato tradicional que consistía en una especie de tortita de patata untada de mantequilla con ajo, esto lo acompañé con una cerveza con frambuesa, mmmmm ¡que rico todo! También me zampé un trozo de pastel de manzana, voy a volver rodando...
viernes, 18 de julio de 2014
Be au-pair my friend!
miércoles, 16 de julio de 2014
Dos semanas
Hemos estado "pintando" con acuarelas y témpera, esto quiere decir que nada se ha librado del baño de pintura, ni el propio palo del pincel ni los palitos con sal que había en la mesa para picar.
Me encanta como funciona la mente del más peque, es algo así: Mmm tengo las manos manchadas de pintura ¿dónde me limpio? Oh sí ¡en mi propia ropa! Jaja que divertido. Oh vaya ahora estoy sucio, ¿por qué será? Pues lloró, me enfado y llamo a mamá como si se acabara el mundo.
La primera palabra que ha aprendido este niño en castellano es (atentos, no creo que nadie se lo espere) excavadora. No me preguntéis como ni porque pero así es.
Vuelta a Rabka
En esta cueva, llena de estalagmitas y estalactitas, no se pueden tomar fotos pero en Internet hay muchas si queréis buscar.
Aquí de nuevo sólo se hablaba polaco y nada de inglés pero nos las apañamos para entender que a las estalagmitas (las que salen del suelo) les ponen nombres en relación a su forma, nombres como: Adán y Eva, medusa, patas de pollo, pareja enamorada o cordero. Dentro de la cueva hay una temperatura de 8 grados.
lunes, 14 de julio de 2014
Mochilera
Al bosque no se puede pasar sin guía, y no había guía inglés disponible (ni mucho menos español) así que nos tocó ir con un guía polaco (no me enteré de nada como podéis imaginar y es una pena) aún así pude disfrutar del bosque plenamente. Ya os dije que es un bosque primario y está lleno de sonidos, olores, verde, agua... no se puede describir y las fotos no muestran ni una milésima. Salí taaaaan relajada.
Los coches compartidos son una forma sencilla de acercarnos a la cultura polaca de manera directa y desde diferentes puntos de vista.
El metro de Varsovia sólo tiene una línea pero están construyendo la segunda.
Hacía mucho calor y las mochilas pesaban mucho pero ha merecido la pena.
En mi primer coche compartido los dos chicos tuvieron un debate porque uno se considera un "chico de Cracovia" y otro un "chico de Varsovia", son ciudades diferentes pero ambas te enmora.
Cuando ha llegado el tren nos hemos subido y sentado donde primero hemos visto ya que no hemos encontrado ningún tipo de indicación y al rato ha llegado un revisor que ¡horror! ¡sólo hablaba polaco! Nos ha echado del vagón porque resulta que estábamos sentadas en primera clase y luego nos ha separado porque resulta que en el billete ponía también el asiento y encima eran diferentes, en los nuevos vagones nadie hablaba inglés así que nadie podía ayudarnos a entender al revisor. Al poco ha llegado otro revisor que de nuevo sólo hablaba polaco y nos ha hecho pagar el 50% descontado porque si tu carne de estudiante no es "polski" no vale para nada de nada. Y ya por fin me han dejado tranquila disfrutando de las vistas del paisaje y de los ojazos del polaco que tenía delante.
sábado, 12 de julio de 2014
Viajando
Día 10-Varsovia
Hemos salido de Rabka tranquilamente después de preparar y tomar prestada algo de comida. Hemos cogido el bus a Cracovia pero nos hemos confundido y este bus hacía un trayecto más largo (aunque como me he quedado frita ni me he enterado).
Ya en Cracovia habíamos quedado para ir en coche compartido a Varsovia (pues es la mitad de precio que el tren) así que, con nuestro simpático conductor polaco y otro chico inglés, hemos llegado a Varsovia.
Aviso a mis padres, leed este párrafo cuando este de vuelta en Rabka para no preocuparse.
Del viaje en carretera sólo puedo decir que aquí no hay normas y si las hay son para saltarselas:
-Semáforo en rojo para coches, peatones cruzando, los coches pasan igual esquivando a las personas
-La línea continua es de broma, se adelanta igual
-¿Velocidad máxima? De momento 160.
-Hablar por el móvil es lo normal mientras se conduce
A pesar de todo esto di alguna cabezadita en el coche, nuestro conductor iba rápido pero conducía bien.
Llegamos a nuestro pisito prestado en Varsovia algo tarde y algo perdidas. Dimos una vuelta a la manzana, compramos agua (aquí es el gran negocio porque la del grifo no se bebe) y a descansar. Ya veremos Varsovia el domingo.
Bueno llegar al pisito ha sido una mezcla entre un juego de pistas y uno de terror, con algún momento de desesperación incluido. La casa por fuera da miedo, en especial el ascensor, pero por dentro es una de las casas más acogedoras y bonitas que he visto.
Día 11-Białowieza
Quedamos con otro coche compartido para ir a Białowieza, esta vez una pareja. El viaje muy relajante, todo el tiempo entre prados verdes o bosques, un paisaje increíble.
El albergue está genial, es una casita de madera con un jardín lleno de flores. Todo el pueblo en general es precioso. Casas de madera, flores,cigüeñas, figuras de madera y alguna figura sobre bisontes.
Y diréis ¿por qué bisontes? Pues porque en Białowieza hay un bosque que está protegido, por ser un bosque primario y por albergar a estos animalillos, los bisontes europeos.
Después de recorrernos el pueblo entero en dos largos paseos (entre tormenta y tormenta) volvemos a nuestro albergue y a descansar para ver mañana el bosque.
(Las fotos llegarán en próximas entregas pero os dejo una)
viernes, 11 de julio de 2014
Día 9 (horas extra)
En esta casa nunca se cena pero hoy, no tengo muy claro el porqué, se ha hecho una excepción.
Han sacado una selección de sus mejores quesos (son tan buenos que los llevan de regalo a una boda porque los novios los piden), sus mejores copas y una botella de Lambrusco (tienen familia en Italia) y a zampar.
Ha sido una velada muy interesante y sabrosa que ha terminado con los retoques del viaje y una caza de insectos en la habitación.
Creo que en vez de adelgazar volveré rodando a España.
Pero no todo es color de rosa, ¡mañana en Varsovia nos va a caer el diluvio universal!
jueves, 10 de julio de 2014
Día 9 (y un poquito del 8)
El parque de Rabka, ¡qué parque! Estoy enamorada de ese parque, podría estar horas y horas dando vueltas por él. Ya os dije que tiene una fuente para caminar alrededor y respirar mejor. Además es todo verde y está lleno de flores. Tienen varios monumentos a lo que (por lo poco que entiendo el polaco) me parece que es gente que murió en la guerra y, por supuesto, uno al Papa Juan Pablo II. En Polonia Juan Pablo II está por todas partes, le quieren mucho.
La biblioteca pública está en el parque, parece una casa antigua, intentaré pasar algún día y enseñaros un poquito.
Al final hay una fuente con elefantes, pero en el parque hay muchas más fuentes, una tiene nenúfares y parece un jardincito zen.
En Rabka puedes alquilar unos cochecitos que son como bicis y moverte con ellas por el parque.
Cosas que me parecen curiosas de Rabka:
-Hay farmacias (Apteka) por toooodas partes
-Los tampones con aplicador no existen
-La variedad de chocolates y chucherías de ese tipo que te puedes encontrar en los supermercados es la más amplia que he visto nunca, tienen sabores que nunca imaginé (cacahuetes con wasabi, chocolate de melón con sandía, chocolate con panacota dentro)
Como aquí los horarios de comida son totalmente disparatados y desde las 3, 4, 5 o incluso 6, que comemos no volvemos a ingerir nada hasta las 9 30 aproximadamente del día siguiente, nos hemos habituado a dar una vuelta por Rabka y merendar. La otra tarde comimos Kapusniaczek que es como una napolitana de col, zanahoria y setas y estaba muy muy rica.
Hoy hemos comprado frambuesas y nuestra "cena" es un yogur con ellas. Creo que vamos a acabar con empacho de frambuesas pero están tan ricas que nos arriesgamos.
Y ahora a descansar y a preparar el mochilón que nos espera un viaje de 5 días a través de tren, bus y coche compartido, recorriendo Varsovia, Bialystok, Kielce y algún sitio más.
martes, 8 de julio de 2014
Una semana.
Al final no podíamos más y, siguiendo sus indicaciones de hace unos días de "comed cuando queráis y lo que queráis, sois invitadas haced lo que queráis", nos hemos hecho una ensalada y una tortilla bien ricas. Nos han sorprendido llenando nuestras barrigas y se nos han unido los peques. Parece que les ha gustado así que creo que a partir de ahora seremos chefs de vez en cuando.
lunes, 7 de julio de 2014
Día 6
domingo, 6 de julio de 2014
Días 4 y 5
Y es que al final, como nos ha repetido la guía una y otra vez, lo último que se pierde es la esperanza.
viernes, 4 de julio de 2014
Tercer día
jueves, 3 de julio de 2014
Segundo día
Hoy hemos dado un paseo hasta un mirador de 25 metros. En ese paseo hemos comido arándanos y frambuesas, hemos aprendido a "comer hierba" y he visto como se hace una corona de flores.
Por la mañana he ido a ver el río que pasa por delante de mi casa (creo que se llama Raba) con la ilusión de ver castores pero resulta que salen por la tarde (que luego he ido y tampoco) así que me he conformado con los patos y con un ciervo a lo lejos en el paseo de la tarde.
Sobre las comidas son un mundo aparte, no hay horarios de ningún tipo. Desayuno salchichas y ceno cereales. El yoghurt se le echa a todo. Aman las sopas (o eso parece) y el pescado...¿eso qué es?
Y dicho esto me voy a dormir que no se que pasa aquí pero ¡el sueño me ataca en seguida!
miércoles, 2 de julio de 2014
Primer día.
Después de un vuelo en avión algo frío pero exitoso, he llegado a Polonia. He podido comprobar lo "bien" que conduce esta gente y lo verde que es, de hecho hay una zona a la que llaman Galicia (por alguna razón celta o algo así) y es que es muy parecido al norte de España en cuanto a verde y humedad.
En cuanto a temperatura la cosa cambia porque ¡¡han puesto la chimenea!! Eso ha sido a la vuelta de un paseo largo por el pueblo bien pasado por agua. En este paseíto he comprado un bollito para calmar mi pancita glotonia.
En próximas entradas os contaré más sobre sus costumbres y estilo de vida, bastante chocante para mi.
Los niños parecen achuchables (de momento) aunque aún no les entiendo nada.
Me voy a dormir que se me cierran los ojillos con tantas experiencias en tan pocas horas.