miércoles, 13 de agosto de 2014

Llenando mi barriga

Comer es un placer
La familia que me ha acogido tiene amigos y familiares en muchas partes del mundo y gracias a eso últimamente estoy comiendo cosas típicas de otros países:
Bulgaria
En mi casa vive la mujer del que fue el fundador del museo. Esta señora, muy simpática y amable, es de Bulgaria, ha vuelto de sus vacaciones allí y nos ha traído unos dulces que son como las delicias turcas y además halva de sésamo. Para los que no sepan que son las delicias turcas son una especie de gominolas en forma de cubo que suelen ir cubiertas de azúcar glass y que pueden tener dentro frutos secos.
Italia
La hermana de la madre de los peques vive en Italia, y como están visitando a la familia en Polonia han pasado por aquí y nos han traído un paquete de spaghetti, unas cuantas botellitas de vino lambrusco y un buen trozo de queso parmesano. Anoche gracias a eso tuvimos una cena con productos traídos desde Italia, rica rica, ¡por un momento se me olvidó que estaba en Polonia y me sentí en la misma Roma!
Otros
Como llenar la barriga siempre es motivo de alegría, cuando nos aburrimos nos da por cocinar. Nos estamos haciendo expertas en bizcochos, el último fue de pera y ciruela. También hemos comenzado a dominar el arte de hacer un buen plato de picoteo entre horas con cuatro cosillas de la nevera. No se hasta que punto se dan cuenta de nuestro saqueo a la nevera, de momento no nos dicen nada y suele ser realmente necesario para sobrevivir desde el desayuno a la cena... y es que aquí lo normal es hacer solo dos comidas (desayuno y cena), ¡la del medio se la saltan!

Maciejowa
Además de comer y cuidar niños hacemos otras cosas. La última destacable fue una ruta por la montaña. En invierno tiene una pista de esquí pero ahora en verano está llena de rutas y hay muy buenas vistas, en especial al final, tomándose algo en la casita que hay en la cima.
Esta montaña no tiene mucho desnivel pero el poquito que tiene lo tienes que subir de golpe en dos o tres tramos. Como aquí esta lloviendo día sí día también, el camino tenía zonas llenas de barro, pero ya somos unas expertas pisando piedras y seleccionando el barro menos blando o menos pringoso.

Y este fin de semana me voy a las montañas Tatra a una casita que tiene allí la familia, ¡dicen que las vistas son estupendas!

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